domingo, 11 de noviembre de 2007

EL PODER DEL ESCUCHAR EXPERIENCIAL


“Sólo cuando aprendemos 
A aceptar nuestras partes más difíciles
De ser aceptadas, podemos comenzar a cambiar."

Ann Weiser Cornell

Cuando pienso en el poder del escuchar se me viene a la mente Wilson, una pelota convertida en un amigo imaginario, que cumplía la necesidad humana de ser escuchado y la de relacionarse ante las condiciones mas inhóspitas del naufrago, la pelota servia para confirmar que había alguien quien escuchaba, siento que siempre requerimos de un otro para darnos cuenta que existimos, como afirmaba Sartre: “Que hay mundo porque hay hombre… La experiencia nos muestra que la conciencia, que es conciencia del mundo, es al mismo distinta del mundo”

Escuchar no es solo comprender el mensaje y para ello tener que poner en marcha un proceso de construcción de significados y de interpretación de un discurso oral, es mas que eso, el ser humano necesita sentir que sus mensajes están siendo correctamente comprendidos y plenamente aceptados

Cuando se aprende a hacer Focusing se aprende a escuchar, en un clima de aceptación incondicional de dejar existir internamente, sólo permitiendo que los sentimientos sean los que generen cambios.

Cuando se aprende a escuchar empáticamente se accede al mundo del otro, como vistiéndose con la ropa de él, para sentir desde lo más profundo como siente el otro en profundidad. Es entrenar la propia percepción para oír lo esencial, para que el mensaje se haga cada vez más claro.

Cuando se esta escuchando empáticamente al ser interior, propio o de otra persona se acepta respetuosamente lo que trae la sensación-con-sentido, sin juzgar, sin intentar modificar, sin rechazar, sin justificar, sin dar consejos, sin opinar. Es el yo del cliente haciéndole compañía a eso dentro de si mismo (Gendlin, 1990).

El poder del escuchar experiencial, es la noción de fuerza como sendero que permite acceder al reconocimiento de nuestra identidad espiritual, es permitir al hombre fluir a integrarse en si mismo en concordancia y armonía.

Sabio es el que conoce a los demás.

Iluminado, el que se conoce a sí mismo.

Fuerte es el que vence a los otros,

Poderoso, el que se vence a sí mismo.

Rico es el que conoce la alegría,

Hombre de voluntad, el que se mantiene en su camino.

Sé humilde, y permanecerás íntegro.

Inclínate, y permanecerás recto.

Vacíate, y permanecerás lleno.

Gástate, y permanecerás nuevo.

El sabio no se exhibe, y por eso brilla.

No quiere destacar, y por eso destaca.

No se aprecia, y por eso es apreciado.

Y porque no compite,

Nadie en el mundo puede competir con él

Lao Tse -Tao Te Ching.


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